viernes, 23 de mayo de 2014

Semana Mundial por el Parto Respetado. PARIR ES PODER

Semana movilizante si las hay... sobre todo para mí, y para todas aquellas mujeres que hemos sufrido Violencia Obstétrica. O al menos, las que somos conscientes de ello.
Di muchas vueltas para escribir algo sobre el tema. El año pasado lo hice desde un punto de vista muy personal, pero este año sentía que tenía un compromiso más social y profesional.
Y me puse a pensar cuál es el limite. No sólo como mujer, sino como Puericultora, como profesional que acompaña ese momento tan sagrado y sublime de los primeros contactos de esa mamá y ese bebé.
Y no fue hasta  hoy, luego de haber transitado esta semana, con tantas charlas, tantos discursos, tantas posturas y experiencias que me quedan un poco más claras algunas cosas y que me atrevo a esbozar una reflexión acerca del Parto Respetado.
Si existe una semana mundial para el Parto Respetado significa que el Parto no se respeta demasiado. Sabemos el altísimo índice (mucho más alto de lo que la OMS recomienda) de intervenciones innecesarias, como goteo, oxitocina sintética, epidural, episiotomía y ni hablar de la cantidad de cesáreas innecesarias practicadas todos los días.
Entonces cabe preguntar si todo esto ocurre así... a pesar de las recomendaciones internacionales, las leyes que nos amparan como madres y pacientes y los estudios científicos que avalan que lo natural y fisiológico en el momento del parto no sólo es beneficioso para la madre sino también para el niño... ¿Porqué seguimos pariendo como parimos? ¿Y porqué muchas veces no podemos ni siquiera parir?
Y creo que el Parto tiene 2 grandes enemigos, que siempre van de la mano: la Desinformación y el Miedo.
Las mujeres llegamos al momento del parto sin saber (o mejor dicho recordar) cómo funciona nuestro cuerpo. No sabemos que estamos creadas fisiológicamente para poder parir. No nos dijeron nunca qué es la oxitocina, que hace, ni cómo se mueve el bebé en ese momento ni siquiera que es él el que desencadena el trabajo de parto. Nos hacen creer que nuestro útero es una cosa inerte.. que nuestro bebé es absolutamente pasivo y sólo está ahi... esperando que alguien lo venga a salvar.
Y cuando uno no sabe cómo funcionan las cosas, se asusta facilmente. Y cree todo lo que ese que "sabe más" le diga. Y se pone en sus manos. Y luego agradece que les haya salvado la vida.
Y ya sabemos que el Parto no es otra cosa que un proceso fisiólogico y natural, casi tan incontrolable como los latidos del corazón. ¿Si nadie me dice cómo tengo que hacer para que mi corazón lata.. porqué me van a decir cómo hacer que mi útero se contraiga y pueda parir a mi hijo?
Y así como la oxitocina debe fluir en libertad para que el trabajo de parto se desencadene y fluya, el cuerpo debe estar bastante "libre" de adrenalina... Una hormona inhibe a la otra... ¿y que pasa cuándo tenemos miedo, estamos intranquilas, nerviosas, incómodas, etc etc?
Entonces surge la pregunta: ¿Son los médicos unos seres abominables que sólo piensan en dinero y partidos de tenis? ¿Son acaso seres perversos que sólo buscan su conveniencia y disfrutan del sufrimiento ajeno y de cortar, pinchar, mutilar a la mujer?
No creo. Creo que mal que nos pese ( a veces tranquiliza bastante echarle la culpa a alguien "visible" los males) los médicos (al menos algunos) son también víctimas de este sistema. A éste último si lo creo perverso.
Así como las mujeres hemos perdido esa sabiduría ancestral sobre el parto, la lactancia y la crianza de los hijos, y no sabemos cómo es un  parto fisiológico, los médicos... tampoco lo saben!
Los médicos (e incluyo a los profesionales de la salud en general) están formados para tratar patologías. Y el parto, salvo contadas excepciones) no es una patología. Por lo que los médicos no saben cómo tratarnos en ese momento. Han hecho sus residencias viendo rutinariamente todas esas intervenciones... y las siguen repitiendo así... mecánicamente
Y me quedo con dos reflexiones de una de las charlas de esta semana:
"Los médicos (dicho por un médico!) no tenemos pensamiento crítico. Nos forman para repetir prácticas, sin reflexionar críticamente sobre ellas"
" Lo que falta en las instituciones es el trato amoroso hacia la mujer" (dicho por una hermosa y sabia mujer, colega y partera)
Y creo que en estas dos cosas está la clave de un futuro mejor. Para que las generaciones vendieras vengan a este mundo de una forma mucho más respetada y en Paz.
Que los médicos puedan salir de ese lugar soberbio de Omnisientes e incuestionables y se cuestionen la profesión y a sí mismos. Muchos por suerte lo están haciendo.
Que la mujer sea tratada con amor y respeto en esos momentos. No sólo porque es mujer, embarazada o puérpera, sino por el simple hecho de ser un Ser Humano.
Y que la mujer ocupe el lugar que le corresponde. Es decir, la protagonista de su propio parto. Responsable sobre si misma y sobre su hijo. Adulta que se informa y elige desde un lugar informado y consciente lo que considere mejor para ella y su hijo. Pero no desde el miedo sino desde el Poder. El Poder que nos da la confianza en nosotras mismas, nuestros hijos y la naturaleza. Sólo a través del Poder femenino se puede cambiar la forma de Parir, de Amamantar, de Criar. Sólo a través de ese Poder se puede cambiar el mundo

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